Está claro que el mundo de lo retro vende. Si unimos retro, videojuegos y movilidad tenemos un cóctel potente sobre el que Óscar Manrique ha trabajado en su Proyecto Fin de Carrera de la Universidad Carlos III de Madrid.

A continuación, os muestro un resumen de su trabajo:

A medida que la industria de los videojuegos avanza de forma inexorable, uno podría pensar que se corre el peligro de olvidar el pasado. Juegos como Gears of War 3 o RAGE llevan las expectativas gráficas y jugabilidad más allá, haciendo que los juegos clásicos parezcan excesivamente simples en comparación. Sin embargo, los videojuegos retro están teniendo gran auge en contra de lo que se podría esperar. Esto se debe a un público, entre los 30 y los 45 años, que recuerda con nostalgia su época de infancia o de adolescencia y mediante los videojuego de estilo retro pueden rememorar esos momentos.

El público para el qué están enfocados los videojuegos retro favorece los aspectos comerciales, ya que es un sector de la población, con una estabilidad económica, dispuesta a abonar una pequeña cuantía de dinero por algunas funcionalidades adicionales.

Aunque servicios como la Consola Virtual de Wii, Xbox Live Arcade o PlayStation Network nos permiten disfrutar de algún que otro viaje al pasado, la rápida expansión de los smartphones han tenido un importante papel en mantener el retrogaming vivo. La mayoría de teléfonos no tiene problemas para replicar el rendimiento de las máquinas de 8, 16, 32 y 64 bits. Además, al poder jugar con un dispositivo de tamaño reducido puedes disponer de él en cualquier lugar y momento.

Debido a esta necesidad del mercado, en el Proyecto Fin de Carrera se ha realizado una prueba de concepto basado en un videojuego de estilo retro ambientado en el espacio, denominado, Mysterious Galaxy. La misión del jugador es destruir las naves enemigas y esquivar los proyectiles que lanzan contra él.

Se le ha añadido un componente comercial basado en la “compra dentro de la aplicación”, mediante pago por PayPal, con el que el jugador puede ampliar las capacidades de su nave a cambio de una módica cantidad de dinero (micropagos).