Jorge Ruiz - Blog

Autor: Sonia Herranz

“La mejor victoria es vencer sin combatir”

“La mejor victoria es vencer sin combatir, y esa es la distinción entre el hombre prudente y el ignorante”.

Esta frase válida para cualquier situación en la vida, se encuentra en el libro de estrategia “El Arte de la Guerra” de Sun Tzu. En la actualidad, muchas personas han encontrado maneras de resolver sus conflictos, en las estrategias y tácticas descritas en él. Se ha convertido en un texto clave para todos aquellos interesados en la complejidad de las relaciones humanas, en general, y de las relaciones de negocios en particular.

Esta obra recoge trece artículos fundamentados en la estrategia y la confrontación en una guerra. Aparecen comentarios de estrategas que expresan conocimientos y habilidades que en ciertos momentos le serán útiles a todo “guerrero”. Es un tratado que enseña sobre la naturaleza humana en los momentos de confrontación, además de ser una fuente de inspiración para comprender las raíces de un conflicto y buscar una solución.

Muchas frases de los manuales modernos y actuales de gestión de empresas o estrategia de empresa, son citas casi literales de la obra de Sun Tzu, pero adaptando el vocabulario bélico al empresarial. Por citar algunos ejemplos: cambian ejército por empresa o equipo; armamento por recursos; comandante por director; oficiales por mandos intermedios…

Estas tácticas escritas para la guerra, pueden ser llevadas a la práctica en muchos aspectos de la vida, tanto personal como profesional.

Es cierto que cuando se vence sin haber combatido, se ahorran energías, y éstas pueden ser empleadas para iniciar la próxima “batalla”. ¿Estás preparado?

Mundo Tweri

app-tweri-movil-manoAsí es como llamo yo al conjunto de personas que forman el Equipo Tweri y todo lo que les rodea, que son tantas cosas…

Me encanta ver cómo mis compañeros comparten experiencias y conocimientos, pero sobre todo cómo contagian su entusiasmo, su ilusión y sus ganas de trabajar y de hacer cosas nuevas.

Como ya sabréis la mayoría, Tweri se mueve en torno al mundo del Alzheimer, y se propone como herramienta de ayuda al cuidador y/o familiar del afectado por esta enfermedad.

El beneficio obtenido, a pesar de la gratuidad de esta app, es el reconocimiento de las personas que lo han utilizado y verdaderamente les ha ayudado, hemos recibido incluso llamadas de agradecimiento, y eso vale mucho más de lo que cualquiera pueda llegar a pensar.

Esta aplicación móvil ha ganado premios, menciones especiales, espacios en informativos nacionales y también en medios de comunicación extranjeros, pero sobre todo ha ganado “adeptos”. Sí, lo he dicho bien, porque “Mundo Tweri” promueve la colaboración y comunicación social, el entendimiento de los afectados por el Alzheimer en particular y de los dependientes en general, ensalza las virtudes y esfuerzos de todos los cuidadores, intenta ser solidario… y causa efectos secundarios: nos hace sentir más humanos.

Como ya comenté en mi anterior post, yo le debo a Tweri mi nuevo yo y mi nueva visión de distintos valores.

Si sientes que puedes cambiar, ¡engánchate a Mundo Tweri!

Tweri y mi nuevo yo

Cuando me aventuré a colaborar con mis compañeros en el mundillo de las redes sociales, concretamente Twitter y Facebook, con la cuenta de Tweri (aplicación que ayuda a la autonomía para personas con Alzheimer y proporciona tranquilidad a sus familiares y cuidadores), ni siquiera imaginaba cómo iba a repercutir en mi vida…

Ha cambiado mi forma de ver y sentir las cosas en muchos aspectos.

Ahora ya no soy una novata “redsocialera”, aunque me queda mucho por aprender aún.

En la actualidad conozco mejor la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad del olvido, y el drama que supone para afectados, familiares, cuidadores y otras muchas personas que se ven implicadas en un diagnóstico de esta cruel enfermedad. He leído gran cantidad de artículos, ensayos, manuales, historias de la mano de médicos, enfermeras, terapeutas ocupacionales, cuidadores, etc.

He tenido la buena fortuna de conocer a pacientes que sufren de Alzheimer. A alguno lo conozco en persona y a otros los he ido conociendo a través de las redes sociales… Es realmente duro pensar que algún día podamos pasar por lo mismo. Los afectados sienten que se les escapa el presente y la vida por minutos, sienten que son una carga, sienten que se pierden dentro de su yo…

Algo que también he aprendido durante mi andadura en el “Mundo Tweri” (como yo lo llamo), es que a partir del diagnóstico de la enfermedad, el Alzheimer no sólo inunda la vida del paciente, sino también la de todos los que le rodean.

Lo que más me ha impactado sin duda, ha sido conocer a los cuidadores de afectados de Alzheimer y, en general, de otros dependientes.

Dijo el Dr. Ignacio Rueda: «Cuidar a un enfermo de Alzheimer desvela nuestra infinita capacidad de amar». Es conmovedor, y en ocasiones desgarrador, ver cómo y cuánto trabajan (porque cuidar a un dependiente aunque sea sin remuneración alguna es un trabajo y de los más duros), cómo se vuelcan para que el enfermo se encuentre bien en todos los aspectos (emocionalmente, físicamente, ayudándole en las tareas de higiene, etc). De verdad, tienen mi mayor admiración, porque ponen todo su empeño en cuidar a una persona, que en un elevado porcentaje de los casos es un familiar, y dan hasta que les duele sin pedir nada a cambio en la mayoría de los casos.

Sin duda el “Mundo Tweri” ha cambiado mi forma de ver al ser humano, de ver las relaciones sociales y familiares y, en definitiva, ha cambiado mi yo brindándome la oportunidad de “sentir” mundos hasta ahora desconocidos para mí.