Voy a iniciar una serie de post en los que os voy a comentar que elementos configuran mi escritorio en estos días de trabajo remoto.

Empezamos por el teclado.

Tanto en mi etapa de estudiante como en mi etapa profesional la realidad es que he utilizado el teclado que me han puesto por delante. No era algo en lo que prestase mucha atención. Si el ordenador era de torre pues el teclado que viniese, si el ordenador era el del portátil pues el incorporado.

Pero hace un año más o menos las cosas empezaron a cambiar. El teclado del portátil que uso me empezó a parecer incómodo y busqué uno externo que acoplar. Nada del otro mundo, uno de tipo membrana.

Bueno, ya sabemos, estos teclados de tipo membrana son muy funcionales pero la realidad que la experiencia de uso con tantas horas que le meto al ordena era mediocre.

Así que decidí dar el salto, cambiaría a los teclados mecánicos. La realidad que no tenía ni idea, sabía que quería probarlos, no tenía mucho presupuesto así que me decidí a comprar un KROM KERNEL TKL.

Suficiente para comenzar. No lleva teclado numérico pero me permitiría probar la experiencia de trabajar en un teclado mecánico.

Me gustó. La sensación de pulsación de tecla es más satisfactoria que membrana. Investigando sobre el tipo de pulsación digamos que es lineal. Debes pulsar la tecla un determinado tiempo hasta recorrer unos 4 mm y se activa la tecla pulsada. Ojo porque aquí está una de las claves de estos teclados mecánicos.

El interruptor de pulsación (Switch) que lleva es rojo, justo el que proporciona esta experiencia de uso lineal aunque es un interruptor, digamos, genérico, no de marca.

Hace su ruido como todos los mecánicos y me iba bastante bien hasta este verano que empezó a fallar. Los 45 € y los componentes que lleva supongo que no dieron mucho de sí en algunas de las teclas. Tuve que pasar al teclado de membrana.

Aprovechando que este teclado mecánico estaba fallando, aproveché para aprender un poco sobre la verdadera experiencia de uso que yo quería. Y no era otra que la del tecleo en aquellos teclados mecánicos de los ordenadores IBM de los años 90 cuando yo estudiaba (existían mucho antes).

Entonces aprendí que el interruptor que realmente hay que tener en el teclado es un Blue y fijándome en las marcas, era interesante que fuera Cherry MX Blue. Cherry es uno de los primeros fabricantes de teclados mecánicos y abandera la tecnología de ellos (aunque hay muchos más con sus propias tecnologías que también van muy bien, Razor, Logitech, …)

Para los que os estéis preguntando que sensación de pulsación es, es como cuando pulsas el botón de un bolígrafo para sacar la punta. Haces todo el recorrido de pulsación y notas ese clic famoso.

Si te pones a buscar teclados mecánicos Cherry MX Blue (no genéricos) los precios se disparan un poco pero encontré la empresa española HIDITEC con su modelo GK500 que tiene uno a unos 75 €.

Lo compré y estoy encantado con él (de momento 🙂 )

Os dejo enlace a vídeo para que escuchéis el Cherry MX Blue: